miércoles, 4 de marzo de 2020

Presunción

Invadida de crepúsculo,
trepo el astrolabio
que, soberbio,
me muestra el rumbo de los mares infinitos…

La madera suspira, fondea y se hunde
en la inmortalidad del silencio
y abundo,
rama de agua,
viendo cómo me aproximas,
en estado puro,
el celeste corolario de tu nombre…

Te enroscas con sigilo
para hacer arder la raíz del impulso
y, perplejo, blandir la noche de mi estío;
los mares constelados
que regentan mi pensamiento…

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