Infinita Paridad

Gotean mis dedos su eléctrico impulso
sobre la alfombra rumorosa
del silencio,
mientras tu suelo nocturno
conquista mi sombra
para hacerse de mi boca
su refugio secreto…

Asalto el quejido del agua
y ensamblo mi alma
a la infinita paridad de tu lengua,
cuya nota vespertina
perfora mi saliva
desatando una sinfonía perfecta…

Danza el viento
con la luz de mis pestañas
y el rubor fascinante
conecta la espiral del sueño,
erigiendo en mis palabras
la estatua misteriosa de tu aliento…