domingo, 25 de enero de 2015

Rienda Prismal


Araña tu azul mi silencio
y el apogeo de tu lengua torna sublime
el serpenteante telar de mi carne…

Me conduces por el servil goteo
de tus dedos compulsivos,
sendero exhaustivo que redime
cada pliegue de mi dicha…

Un tangente canto de sol y lluvia
rueda por mi espalda,
y expande puro y fulguroso el arcoíris
de tu sangre…

El influjo de tu alma
-Perímetro astral-
me vuelve rienda prismal,
cuya nítida transmisión
sacude mi pecho y transforma cada pulsación
en rebosante resplandor del mapa de eternidad que musita…

Camina el dulzor de mis líneas
las colinas de tu Verbo
y amanezco en la tierra colorida
que engarza mi pensamiento…

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