Me maravilla la sesión
que me abre al vuelo reluciente;
la invasión que asesina mis ganas,
dejando en mi lengua
su fortísima afirmación de soles…
Fuente de vibración que prima sobre las voces
que arden por sostener el ápice
de tu planear redondo;
ave nodriza que sostiene las alturas
y abduce los ojos,
revelándoles el estado placentero del alma…
Rebana las sombras
que arrastran mis pasos y me desconocen del todo,
para alzarme en su tibieza de luz y fuego,
marcando lo indomable que vive en la entraña…
Éxtasis sin nombre;
excedencia de la forma
que forja su fondo
sobre el ímpetu eterno que me desata…
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