miércoles, 20 de julio de 2022

Cíclico Ritual

Proveniente de tu cuerda,
el rocío musical
del pentagrama de la noche,
se deposita en mi alma,
como la embriaguez de las nubes
que llueven coordenadas de cristal,
insinuando que me sueñan,
conectada a una luz sanguínea,
mientras abajo se destemplan las sombras
y rugen los mecanismos del silencio…

Se alborota el nervio,
moviéndome entre dos mundos;
improvisando el paso de este juego maratónico
de moler mediocres retahílas
y, literalmente, desvestir la saliva,
realzando las crestas
que cambian el curso de las cosas…

Mi corazón ocasiona
un pleamar omnipotente,
coordinado al silbo ultrasónico
que perpetro,
mientras te oigo llamarme,
y se completa nuestro instante,
iniciando el siguiente…

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