Dime, ¿dónde estás ahora?
¿Qué sublime rincón alberga tu trance?
¿Qué nebulosa circular
te escucha titilar en sus paisajes…?
Me lees los sueños
bajo un cielo de plata
y devoras mi arena,
hasta que un tiempo de luz
prolifera en mi carne…
Cada vez, me atavías el impulso
con tus radiantes fotografías de lo arcano;
tanta perfección inundándome;
blandiendo mi interior,
como un escudo de cristal…
No quiero ser inmune a tu átomo espiritual…
Sobre templos de agua
se mueven, en colores. los silencios
y llueven esencias,
despertando en mi corazón
la clave vibratoria del universo…
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