Releo las palabras
que despliegan tus tonos más dulces,
las que me aluden;
ésas que conocen toda la poesía
que te muestro cada noche
y atrapan los guiños que dejo para ti
en la ruta al sol…
Me tienes
y, llena de inspiración,
repica la luz, saliéndose de mi pecho;
abordando el carril hasta tu orilla,
lanzándome a tu centro…
Me enloquece deslizar el suelo serpenteante
al que me siento adherida,
cuando llegas;
levitar entre tus dedos,
mientras encuentras el foco durmiente
de la tentación
y desvestir la rutina de la fugacidad,
saboreando lo profundo
de la noche pletórica que emerge de mí,
por tu causa;
plenilunio del diamante
en el oscuridad del alma…
lunes, 8 de febrero de 2021
Señales
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