Tu claridad me revela el origen del cosmos;
rasga mis ojos la magna visión que te posee;
celebro en tu piel la osadía;
la rebeldía de tu luz,
rellenando los cuadernos del sueño,
haciendo rebosar la copa del cielo;
del aire,
compartidos,
corriendo en medio de una ribera verde,
abriéndonos camino, hasta el silencio…
El vaho del pensamiento,
sumerge tu aurora;
la furia irrumpe, hilando mantos de oro,
estampando sus relámpagos
sobre el día renacido…
Cuento las olas de tu mar espumoso;
me instalo en su movimiento
expansivo,
caracola del viento
te canto, sin sombra;
floto al filo de tus dedos,
mientras amasas mi arena
con tu huella tan honda…
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