Vas articulándote,
como un collage de turbulencias,
descollante;
perpetrándome,
sembrando alboroto en mi pecho…
Te registro en los alados precipicios
con el cósmico alfabeto,
colgando de la lengua;
la impresión que no se aguanta
de adorable,
cae desvanecida
para volver a degustar el resorte de tu silencio
e impulsarse,
empapada de poesía…
Me sujeto del hálito de tus ojos;
de su comunión indómita con la noche
que me pinta la atmósfera de sueños,
fluyo en su roce de terciopelo
y la vibración acumula
el fuego en las letras
que encienden la línea que vincula
la polaridad que nos refleja…
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