Debo estar soñando
cuando te vuelves inesperado;
cuando pasan, sobrios, los instantes
sobre cada ruido y dirección
de los que me escapo
y un mar de pestañas
eleva esta porfía;
este misterio imparable
de descubrirme en tu contacto,
detrás de tu lejanía…
Me haces perdurar en ti,
en una noche sin tiempo;
llover lunas preciosas,
en ascuas,
de letras acercándote,
avasalladoras,
a este papel que empuja mis intenciones,
la aritmética del alma;
corriente de reacción incendiaria,
cuya otra luz
y otro silencio
me recoge sin piel;
a tu lado…
La reconfiguración de mi universo
me puede ver azotar las sombras
y su perversión…
Ondularme,
lento,
subiendo por las esperanzas de ti,
dejándolo todo atrás
para mi prodigiosa revelación…
No hay comentarios:
Publicar un comentario