Te hundes en mi respiración
y con un suave balanceo
te disuelves como una partícula de gracia;
balbuceas en mi frente,
despertando las luciérnagas
y me aprontas
para desnudarte el silencio…
Lo nada ponderoso te sublima
y te siento,
como un ovillo de luz,
moviéndote a través de mí,
subversivo,
desenredándote en este placentero instante…
Tejes multitud de suspiros,
arraigando a mi corazón
todo el amor,
preparándolo para lo desconocido;
sabio espiral expandiéndome,
pixelando el tiempo,
desgarrando lo inservible que traigo conmigo…
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