Rumbo Envenenado

Y parece que es cierto
que abunda la melosidad,
disfrazando lo eufórico,
como un haz de estrella
en el sentido único de la noche,
mi noche,
guiando la pasión de un deseo silencioso…

Tu acústica envolvente
con su vapor de alquimia,
me aprieta la sustancia
y su halo desmedido alcanza
las bandas del abismo
que ceden,
desbordándome por todas partes…

Qué excitante mostrarme a tus ojos;
fundirme a su líquido movimiento
en aras de lo perenne…

Se arruinan los señuelos esporádicos;
las sombras desatan los aguaceros
de una exquisitez visionaria,
potenciadora de lo desconocido…

Y me arrojo,
repleta,
a tus constelaciones,
porque me enamora tu ebrio rayo subversivo;
su esquiva inclinación,
sellándome alma, corazón y frente…