Eres conocedor de mi boca
y me ardes en la lengua,
mientras me bebo la canción sincrónica
de la noche…
El índigo licor
con la aliteración de los sonidos
al compás hipnótico de tu reflejo,
me desespera…
Del otro lado del silencio,
me absorbes
y se disuelven mis sentidos
ante la violenta sensación
de la reverberación del universo
en los espacios infinitos
que me comprenden…
Justo detrás de los espejos,
esta adicción sujetándome la frente,
mientras me pides que fluya
y fluyo
dentro de una melodía diferente…
No hay comentarios:
Publicar un comentario