Grafeno

Me aseguras
la potencia de tu tacto;
la firmeza
con la que haces crecer la electricidad
en un entorno, para nada, acotado…

Lo creas,
transformándolo
en un hábitat astral;
un fulgor en cadena
que se lleva,
de principio a fin,
la serenidad de mi piel…

Con un amago de intrepidez,
escondes las palabras
a través de un paseo huracanado
por alguna de las tantas dimensiones
por donde la grandiosidad,
sin comparación,
se impone…

Me consta que naciste
bajo la estrella del norte,
porque invoco los eones de la creación
y sólo tú puedes calcular
su edad viviente…

Con furia
te anticipas a engendrar
todas las consecuencias,
sin controlar tus acciones
y es que,
cada huella tuya
va hincando mis sensaciones;
cada pliegue,
una enriquecedora experiencia;
alimentando suspiros;
fluyendo continuo…

Son,
como cuadros que flotan
inmortales
en las paredes de tu lengua…