Montados los antojos
en el ímpetu de lujo
que me das a probar,
inhalo tu piel
y su faceta oportunista
medra desde el inicio…
Te cercioras de avanzar
hasta el punto
donde el sacrificio libera las musas
y el placer colma de música
las calles de mi ciudad secreta…
Donde la cadencia de las notas
va cegando a mis gárgolas
y mi resistencia
es un cúmulo de plañidos,
ofreciendo sus restos
a tu alquímica gruta…
Me rindo a tu lengua,
cuando tus manos se divulgan
criminales
y desencadenas,
entre códigos astrales,
la fuente de los deseos,
bajo mis sábanas…
Y me deslumbran tus textos
de polvo memorable
que, con una fuerza que impresiona,
caben en cada movimiento
que nos riela entre sí…
Como las alas,
sujetando el aire del colibrí
o sus latidos dialogantes
cuando se desprenden lo mundano…
Se va, dorando el ahogo,
mientras tirita la mirada
que aprieta el silencio
para liberarlo todo…
jueves, 28 de noviembre de 2024
Aguas Insolentes II
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario