Fluyo sobre ríos eléctricos
que me vuelan la cabeza,
porque caes tan dentro,
ionizado;
sin ánimo de parar;
tan desesperado por combinar ternura y misterio
que crece en mis manos lo imposible…
Tiras de mi silencio
y haces que te cace la intención más honda;
mientras me hablas de ti,
soy partícula irradiada;
catarsis del sueño que me hace persistir;
faro que naufraga en tus ojos
botón que presiona mi fuego en tu nombre
con el toque atemporal de la magia;
su tatuaje de espejos
me advierte;
emite señales al choque del pensamiento,
melacolías cruzadas…
Embalses de sílabas y estrofas
que exhalan los afluentes
que me permiten localizarte
entre todas las cosas…
Todo lo que miro es tuyo;
te apareces en cada parpadeo,
sin anuncio;
ahora eres mi piel de agua,
mi sello único…
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