Tu luz me reconforta,
conserva tus ojos en emulsionada pureza;
cuando me miras,
me retornas al principio,
estremecida
ante la voz de un sol niño…
Broto de ti,
como un color salvaje,
desnudando una rosa;
surfeando tu tacto de espejo,
introspectiva;
redescubriendo mi veta misteriosa
para crearte sueños y fantasías,
aleando música y letra;
mil sílabas poéticas,
agitándose,
dentro de tu boca
y ungirte,
así,
el silencio
con los privilegios de convertirme en renuevo;
polen de estrellas fugaces;
primavera cósmica…
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