jueves, 9 de septiembre de 2021

Enigmas Sangrantes

Comienzo a destejerme;
adormecer esa parte de mí que araña lo inaceptable;
inyectarme el valor de guardar las riendas,
dejarme llevar por la salvaje frecuencia
que fragua el aire
instalarme el traje de viajero pasajero
en continua travesía
y descubrimiento,
sin otro equipaje que mi silencio,
con el tono puro de la levedad;
asentarme en la faz lumínica,
plural,
sensitiva…

Porque te inmiscuyes, indiscreto,
espíritu indomable;
aventurero;
hundes mi arena con alevosía;
urdes tu estadía
y me pierdo en tus huellas,
raudal de susurros;
ventanas al aire escritas con tinta de estrellas;
es que rezumas audacia
y caigo rendida…

La noche es baúl de secretos sin tiempo
que recorro, a medida
que las manos chorrean palabras
sobre la pila de luz
que te baña de esporas,
fecundando en tu piel, mi poesía;
la explosión que engulle el ascua de ti…

Tú, profecía de mi conciencia;
transcendencia que me abraza,
me revelas en los labios, la savia infinita;
mis labios en los que te reflejas…

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