En la oscuridad del silencio
se acomoda el brillo que gira en tus ojos;
el color bohemio del romance,
su diamante de luz,
llenándome de la pintura reflectante
que hace urgente el desenfreno;
derramarme sobre ti,
cegando el sentido…
Soy un pliegue, sujetando un secreto a voces;
un puñado de soplidos reveladores
que te consiente con su barrido de notas;
una lluvia de letras,
persuasiva,
provocadora
que accede a tu veta invisible…
Y es que todo se hace agua
y se desbanda,
como una terrible bocanada de euforia
que extrae consigo
los sonidos del alma…
Posees una esencia que denota tu visión parricular al escribir desde los sentimientos. Y lo mejor es que es inagotable.
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