Al reunir éxtasis y fantasía
con la alegoría de tu verbo,
me haces convivir
con la emoción prendida a la garganta;
me preservas bajo tu influencia,
enredada entre tus dedos de agua…
Cómo hace tu voz para anclarse tan dentro;
el arte de tu mirar,
consiguiendo atar mi predilección…
Y es que crecen los cuerpos de fuego
en mi interior,
me avanzan al lugar del desastre,
donde confluyo con tu esencia,
mi corazón se inflama,
rescatas mi costado...
Tus pasarelas mutan,
son alas;
me puede su traslación adorable
y en la absorción absoluta del hallazgo
me convierto en tu aire…
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