Puede que eclosione,
entre mis manos, la fantasía
y que el cenit del universo
se disuelva en la botella
que nos ofrezca el sabor de lo eterno…
Puede que llegue a desplegar mi anatomía
contra tu piel y tu sombra
y me descuelgue la señal del pecho
con motivo de tu desplante…
¿Cómo ignorar
todo este sentir que derramo?
Si según deslizo la curva del humo,
descienden conmigo tus labios,
cantándome…
Me consumo entre tus dedos
y siento lucir un corazón brillante;
la facción que acumula todos los secretos,
remontándome sobre el silencio
para desenterrar la voz de la luna
que va emanando de tu saliva,
tragándose tu antojo…
Darte a beber mis aguas negras
hace crecer los ríos que me miran;
que corren sutiles por todo lo que toco…
Tumbar la expectativa,
alterando el foco prematuro
y dormirme en tu frente cada noche,
tejiendo el entramado de euforia
que te tiene pegado a mi aliento;
al beso en suspenso,
inalterable,
que espera contigo su ahora…
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