La velocidad corta el aire,
cuando la lluvia se toma el alma;
cuando la piedra y el tropiezo
se hacen con la fuerza primitiva y juvenil
que estabiliza mi ser…
Atrás queda otra versión de mí;
el impulso muda perspectiva
y reluce un poco más, cada vez,
el oro de sus tatuajes;
el músculo arde y, en cámara lenta,
veo transparentar la ceniza…
Cae el sol y vuelvo a nacer
en sus aguas eternas;
se abre un canal provisorio
y veo cómo se precipita el rayo oscuro
en aquel suelo puro,
donde coloco la certeza de la sombra
bajo mis pies;
la existencia misma…
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