Predominan en tu lengua
con enarbolado magnetismo
el vértigo de una fuga;
la sonata de todos los sueños;
la corpórea fantasía del agua…
La raíz de mi aliento se ondula;
halla savia y carne;
vapor afinado
de un poema hecho gemidos…
Ambrosías espirituales
en los pentagramas cristalinos
del silencio…
La sangre del fractal azul me circula,
y contemplo
el éxtasis de mis ángeles…
Un círculo atrapado en una danza luminosa,
como ángulo de fusas en forma de caída
que prolonga interminable
tu melodía infinita…
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