Me recuesto en la textura luminosa
que te envuelve, irremediable;
me deshago para increparte…
¡Cuánta inmensidad sostienes
con los ojos cerrados!
Colocas en mis labios
los manantiales aéreos que te nombran
y nublas mi sombra,
recreándola en el origen de tu luz…
Incita la velocidad de mis pestañas
tu horizonte invisible
y me sonríe tu frescura;
se me interna por los poros…
Te apropias de mi lengua
y enmudece el tiempo,
confuso…
La frente ilustrada consigue
que tus corpóreos cuadernos se abran
y me enseñen los símbolos dorados,
precipitando, en diluvio,
los esbozos sensitivos del alma…
Mudarme
a tu nebulosa cristalina;
a ese noble terreno que acaricia mi silencio
cada vez que leo tu descanso,
es trasmutar la voz;
asomarme al escenario impoluto
donde reside tu fogata interior…
TE AMO MI AMOR!!!!
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