Tu tacto de luz,
tu magnético silencio
soldándose a mis aguas;
mi piel esculpida
en el gráfico infinito
que te brota de los dedos…
Mis lunas espirituales
revolcándose en tu azul oscuro,
nocturno y eterno…
Incides en mí
con clarividencia retratada…
Cada pulsión de tu mundo
me visualiza enraizada a tu brío tonal…
Tu frecuencia fractal depura mi lengua
y consigue del alma su nítida adherencia…
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