Una y otra vez
me irrumpes en el alma,
como un baño de luz
burbujeante y circular…
Te difundes
con encendido palpitar,
como un trazado de estrellas
entre flameantes opalinas…
Cautiva tu albor
las alas de mi espíritu
y disuelta,
en un temblor crecido,
llego a rozar la palabra
que hace de mi boca un poema
y sentirte enclave de mariposas,
impulsando la flor de mi esencia…
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