lunes, 30 de julio de 2018

Musa, Ninfa, Sirena

Abre mi alma su envoltura
tras tu toque pertinaz y persuasivo…

Me hago a tu índigo vapor
y broto de tus dedos,
como áurea semilla,
asida firmemente a la luz…

Me deshago
en un fabuloso centelleo
accediendo a la fuente de plenitud,
cuna esplendente de tu silencio,
mientras el suelo se despedaza
y me acometen todos tus versos…

Exhalo mis torrentes
sobre tu lengua,
esculpiéndome toda en tu alabastro…

Me engarzas,
vistiéndome de tu hálito poético,
fracción perenne que me revela
en tu vuelo cosechado…

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