Áureas sinfonías me trepan,
como escaleras de luz,
alzándome
por un silencio remoto…
Desentrañando torrentes ignotos
en mimético desahogo con mi alma…
Regueros sónicos
que anudan mis catalejos australes
y posicionan mi canto
en el ramaje ineludible del testimonio…
Tus notas me atraviesan los ojos
y el llanto límbico desnuda
la galería de mis sueños…
Curtida de soles
y exhibiendo un arcoíris de violines,
mi lengua realza sus sones
pegada a tus partituras insignes…
No hay comentarios:
Publicar un comentario