Lento copula la magia del universo
con mi cadencioso silencio…
Latidos de luna
sembrándome en el pecho,
ondulantes cerrojos…abiertos…
Engendrando órbitas luminosas,
efluvios de jardines aéreos
y líquidas mariposas
en primavera infinita
rodando por mis dedos…
Obnubila la imagen desplegada,
cuaja el añoso desierto,
dejándose caer con tinta de sangre,
ironía de la carne,
los cascarones del tiempo...
Fueron mil otoños
y más de un invierno,
resbalando en la nieve
de un gélido infierno…
Agonizó la rosa
hasta cerrar su capullo
evitando tragar el hielo,
confinado al arrullo
de un silencio pequeño…
Hoy su luz se expande,
delicado pájaro transparente,
que sus alas abre…
y en ágil aleteo,
canta un sonido remoto,
trino de la flor de loto
del paraíso etéreo…
Gema imperial en brote reciente
que reanuda su alborada
del que había sido despojada
poco antes de su muerte.
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