Deja que me quede cantando para ti
el vals de las luciérnagas
y que sean ellas las que vengan a danzar ante ti
antes de que te duermas...
Así te lleves a tu sueño mi recuerdo danzante,
melodía rutilante que embelese tu conciencia.
Deja que te bese con mis labios lejanos
y te vista de destellos las sienes…
Rocío de estrellas, lluvia de arcanos,
luminosa sinfonía silente…
Deja que me quede contigo en la mente,
capturando con mi canto la distancia,
y entonar nuestro amor eternamente,
e infinita declarar nuestra estancia.
Y seremos un solo latido
el verso que el alma declama:
Mi luna se queda contigo,
tu noche se viene a mi cama.
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