martes, 9 de abril de 2019

Vértigo Palmario

Apenas el silencio te toca,
amanece…

Sacudida por el instante perenne
anudo el sol
que deslinda su abrevadero
en tus ojos,
chorreando tu poético néctar
sobre mi piel sin sombra…

Crece el rocío de mi aliento,
mientras me atavían tus colores
y recorro el calor inagotable
que te desborda la lengua…

Cómo no embriagarme de ti,
si tengo alma de cordillera,
cuyo vértigo palmario
se reconoce en tu albor…

Te despiertan mis lunares
en la noche más hermosa,
cuando el fuego de tu carne
me funde a su corazón…

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