Me irradias el garbo que exhibes,
inadvertido,
mudado del tiempo,
entre tus rayos azules…
Sus formas resplandecientes
enredan mi pulso e insisten
en habitarme los pliegues,
encender el intervalo que me alude…
Bloques épicos de rocío
desnudan la sombra evaporada…
El tránsito instintivo desespera
y con briznas de ámbar
le engarzan las simetrías del silencio,
convirtiendo en fulgor la premisa…
Confortan tu luz
los tramos de mi esencia
y una gran cantidad de rieles
percuten mis caudales,
dándome a probar tu recreo de soles…
Incita el desborde acaudalado
y me arrastra con ella
hasta los confines de la noche…
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