Es en tu letra de agua
donde el silencio
se vuelve espontánea reverberación lumínica…
Cada línea
es una escuadra de añiles;
un sonrojo lunar,
la estación más blanca
que ha cruzado mi saliva…
Contemplas con sabio mirar
los claros febriles del instinto
y luego empujas su lírica
sobre una alfombra de plenilunios…
Abril es un ángel en tu lengua,
la proliferación frenética de impulsos
abriendo el infinito,
inundándome la esencia
con su resplandor florido…
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