Me sabes, te sé
y el sabor de este abismo
se hace más profundo cada vez…
Mi lengua sublima tu rostro
y embriaga tus pupilas con licor de miel,
la misma que te recorre la boca
mientras me nombras en tu ayer
porque ya me tienes, te atrapé…
Y es en este silencio de fuego
donde danzan turgentes mis lunas,
que en desvelo y sin dudas
una noche desperté,
inundándose de versos por ti,
para que cayeran a tus pies…
Me amas, yo también…
Se besan nuestras almas
porque encuentran la palabra
para por siempre ser…
Y somos…letra de piel,
arrojo en la entrega,
amante y mujer,
que se enredan
en cielos de agua
donde respiran sus alas
hasta desvanecer…
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