Capullo de esencia
brotando sin cesar en mi tierra,
desvelada ante la invasión celestial
de tu silueta…
Crisoles de cielo
se vierten en tus ojos de niño,
manando el fluido del universo
en susurros cristalinos…
Parpadeos del viento,
tus sutiles palabras,
que acarician mis alas y siento
un suspiro de albor que alimenta
la flor de mi alma…
En ti me encuentro…
Mi ángel…
Tu mirada,
remanso de agua cósmica
sacia mi reposo
y bendice de mi pozo, su profundidad …
Me abordas en silencio
hasta tener que hundirme sin remedio
en tu lenguaje etéreo,
fusión de pieles astrales,
memorias siderales
aunadas en este divino misterio…
Caudal de Amor haciéndose verso…
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