Me hundo en el ardor
de soltar toda escena que me retrae en el tiempo,
mientras me toca ese amor ingrávido
que en la profundidades del silencio
siento latir, inacabable…
Cuida tu voz mi voz
y mi lengua es rocío constante;
apetente sonrisa que alarga su deseo
de ver crecer el imperio de ultramar,
consolidando el ensamble …
Salir impune de este asalto
me hace una nota rebelde,
orgullosa de alzarse sobre el metal
que le sostiene
y que vuela por encima de todo,
amartillando la pieza completa…
Qué saco con referir las múltiples fricciones
que desenfundan mis melodías,
si mi silencio habla por sí solo;
cómo separarlo de una noche encinta,
cuyo parto de estrellas
se queda con mis ojos…
domingo, 29 de noviembre de 2020
Indulto de Soledades
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