lunes, 30 de noviembre de 2020
Pavesas
adorándote;
sin poder resistir tanta entrega,
fue perforando el suspiro
con su rutina inacabable de vueltas;
su crudeza de agujas,
moviendo la voz en tono circular
hasta segregar los espacios
y la torpeza de cada intento
se volvió fatalidad…
Retazos y remiendos,
relamiendo sus heridas,
se quedaron en la mesa del auxilio,
armados de piel tardía…
Las palabras se sueltan,
consumidas,
por el soplo infame
que traga sin piedad su sentido…
Los ecos redondeados traen esquirlas
de lo que todavía me pesa y preciso…
Me fui del día sólo por retratar
el rincón solitario donde llueven pavesas
de un suicidio que me dejó en la lengua
el sabor a eternidad…
domingo, 29 de noviembre de 2020
Indulto de Soledades
Me hundo en el ardor
de soltar toda escena que me retrae en el tiempo,
mientras me toca ese amor ingrávido
que en la profundidades del silencio
siento latir, inacabable…
Cuida tu voz mi voz
y mi lengua es rocío constante;
apetente sonrisa que alarga su deseo
de ver crecer el imperio de ultramar,
consolidando el ensamble …
Salir impune de este asalto
me hace una nota rebelde,
orgullosa de alzarse sobre el metal
que le sostiene
y que vuela por encima de todo,
amartillando la pieza completa…
Qué saco con referir las múltiples fricciones
que desenfundan mis melodías,
si mi silencio habla por sí solo;
cómo separarlo de una noche encinta,
cuyo parto de estrellas
se queda con mis ojos…
sábado, 28 de noviembre de 2020
Recurrrencia
Abro mi luz
y es tan grácil el suspenso
que se esparce entre mis pliegues;
el ánimo infranqueable de sostenerlo…
Puedo percibir la naturaleza del alma
y me basta con albergar tu lengua,
viendo cómo se desarma la expectativa…
Bébeme
mientras soy viento;
cristal y profecía entre tus dientes,
porque aunque no lo digas...mejor callo,
hay un sol en camino,
aguardando el sortilegio…
Te prefiero,
ya lo sabes,
mientras el resplandor se filtra
por las pupilas ardientes de una tarde
que nos declara en recurrencia,
mullendo el solsticio de un silencio dorado…
jueves, 26 de noviembre de 2020
Contemplaciones
el aire se aclara;
su inmensidad se sumerge en mi pecho,
guiando la brújula del alma…
Aferrada a su geografía
de mapas sin nombre,
estoy ardiendo,
respirando el vértigo resucitado…
El impacto erosiona mis labios;
mi lengua seduce la región fractal
que funde,
intrépida,
la corriente blanca de los astros
e, inseparable de sus efluvios,
alberga mariposas
que aletean soltando tanta ternura
en su convención de luz...
Coronada del viento del sur;
de su espíritu noble,
intacto en su verdad sin mancha,
me sonríe la noche,
oculta en el resplandor dorado
que derrama sobre mis sienes
las voces germinando, de los fuegos ancestrales…
Abalanzarme, arrolladora, me nace;
soltarme y planear,
mientras la gravedad muda ante mis ojos
su traje imparcial de sombras y asfalto…
Alud de Tibieza
con garbo imponderable
y todo se enciende…
Me enamoras,
mientras tus mil colores
se desprenden sobre mi alma…
¿Me percibes
quitándome la sombra;
desnudándome
bajo el aura inverosímil que despliegas?
Me haces relucir,
como antorcha que se desvela
por ver estremecer
su canto antiguo de luz y espejos…
Y me consigo,
sin ojos,
con la fuerza imprecisa de lo naciente;
ceremonia de paladar deseoso,
cuyo templo
muda su ofrenda
y su rezo perdido halla rumbo…
Cumplo el pacto con mi lengua
al saberme patrón geométrico del mundo;
incansable armonía y sutileza…
miércoles, 25 de noviembre de 2020
Refundación
por la virtud infinita de tu lengua
que hoy sucumbe a un silencio
hecho de cuarzo;
un altar entumecido,
suplicando trasmutación…
Con afán estrepitoso,
mi ser concede recomponer las hebras
de la voz siniestrada;
las vías regulares de cada esquina
proceden a su ablución,
y escampa…
Repueblan las calles sus audaces impresiones;
la esencia que me comprende
en el átomo desvestido,
vuelve a explorar en mi alma
toda vez que me declaro libre…
Conservo el hábito de balancearme
en los bordes de la luz,
como un astro rebelde,
insumiso,
consciente de su dualidad…
Desiste toda oscuridad
y por mi espalda siento correr
la heroica fricción de antojo
que le apetece resplandecer sin límites…
martes, 24 de noviembre de 2020
Embravecida
y el suelo se difumina
hasta extinguirse,
junto a esa pesada sombra
que me trastoca al lengua…
Veo una voz cristalina
en los intervalos que me colorean
imparable los iris;
siento latir el mar en su despliegue
y mientras me sumerge en sus aguas,
danza la luz, ondulante,
agitándome entera…
Voraces parpadeos señalan
la tenacidad sin límite de mi espíritu
y, de tan repleta la energía,
vuelca de modo continuo su conjuro…
El lado oscuro me empuja
a los desfiladeros del silencio
y ardo;
porque parece sostener mi delirio,
la llama que aletea dentro,
diciendo ¡Te amo!
domingo, 22 de noviembre de 2020
Extemporal
del resplandor intempestivo
que me aborda y abre la frente,
seduciéndome hasta el alma;
este tacto caudaloso que desdibuja
todo resquicio de lágrimas…
Mi piel absorta en su apogeo,
estremece, arrebatada,
por el desbanco de suspiros,
flotando bajo el influjo infinito
que perfora la sombra
con el goteo de su incandescencia…
Y van ardiendo los sueños,
mientras me encamino a la brecha
que hace agua los nudos;
lo ineludible de la memoria,
como una marca bordada en mi mundo,
tiende en mi pecho sus canciones
ahogando mis labios
con su savia redentora…
sábado, 21 de noviembre de 2020
Relato Cósmico
que carga esta noche,
me encuentra creando infinitos
en el vértice donde el silencio es poesía…
Mi voz es apenas un ápice de luz;
un átomo pulsando su giro;
una retahíla que me separa del tiempo;
presunta asesina sin máscara…
Desnuda, en aguas refulgentes,
me invade una especie de magia;
un regalo que asombra…
Es tan hermoso elevarse;
abrigar las sensaciones;
estremecerse en la persuasión del roce
que, como antes, me abre la frente
al extenderme en un vaivén de seda
que me hace marea luminosa;
sirena de plata,
vestida de luna nueva…
Infortunio
Presa de tu orilla paso la noche
sin arrancarte de mis ojos;
de mi lengua;
me muevo arrastrando los instantes
y otro dolor recoge del pecho
su desborde;
alma sangrante…
La distorsión de la luz asemeja
el surrealismo de este tiempo sin fortuna
y se extienden las cavilaciones
en la terrible constatación
que me sitúa lejos de tus alas benditas
y te escondo entre mis dedos,
como queriendo sostener la ceniza
que llueve sobre mi cuarto,
menguante…
¿Hacia dónde rodó tu amparo
si no te oigo siquiera
aventurarte en la trayectoria de un soplido?
¿Bajo el océano acaso…?
¿Bajo el yugo del olvido…?
Es tan escaso el apetito que inunda la lengua,
esperando nacer en un verso negado,
que agoniza sin tregua…
viernes, 20 de noviembre de 2020
Eclipse sin Sol
de perderme en tu lejanía,
tomo aire y me avanzo
hasta hundir esta ausencia
en los ciegos renglones que te reclaman…
Oh cruel poesía
cómo purgar los espacios
sin desgranar la porfía del alma;
sin pronunciar todo este querer
frente a su sombra…
Termino de desangrarme
con el ahora en los dedos,
procuro el resurgimiento de brillo,
me alineo con las estrellas;
me concentro,
asiento mi sensaciones
y resueno en las alturas del infinito,
cuando me doy rienda suelta,
dejándome caer en los estanques del deseo;
una flor en equilibrio
sobre las manos de un silencio líquido
que le sostiene, en su misterio de lozanía…
Genuina
Una voz herbal va sorbiendo mi pena;
adhiriendo a mi sustancia
su bálsamo secreto,
cuando, de repente, le siento
absorberme entera,
mojarme los labios;
volverme raíz y semilla
de la dulce germinación atemporal
de todos los cielos…
Al repartirme entre sus átomos
agudizan mis sentidos;
te percibo en los vientos circulares
que exuda mi lado izquierdo,
haciendo arder mi saliva,
más bien despojándole su resaca de silencio…
No suelto esta sensación pulsátil;
con la obstinación del alma,
removiendo los contornos
de mi levedad sin nombre,
mi lengua repliega un instante
para luego alzarse sobre la noche,
envolviéndola,
como vítores gozosos,
encendiéndose sobre incansables voces…
jueves, 19 de noviembre de 2020
Aclarar
a desprenderme de tus ojos;
a no frecuentar el remanso
que se halla oculto en tu silencio,
impactándome profundo,
sin embargo traigo en el cuello
un enjambre luminoso,
deseoso de arremeter los espacios…
Sobre el sofá el horizonte recostado
me espera con su noción de olvido,
en el final de todo
y le hago esperar,
porque ni hoy ni mañana
he de lograr descolgarte de mi pecho,
porque tengo por cierto que entre los dos
cincelamos la noche,
cual resplandor recién nacido,
haciendo inmortal nuestra historia…
He de reclutar canciones
que me abriguen el espíritu,
el alma y la sombra
y han de reverberar las lunas
con mi propio brillo,
hasta curarme del alma;
de ese conjuro tuyo que, aún,
derriba mi voluntad de aclarar mi sentido…
miércoles, 18 de noviembre de 2020
Ardiente
por este fuego naciente,
desconocido
y estoy balanceándome
en este magnetismo
que ondea los colores del alma…
La sombra se desarma;
le veo dejar caer sus ropajes
entre latidos breves,
mientras se alza, potente, mi voz
desde el fondo que desentierra
sus boreales estampas…
Te voy a leer la lengua
con el dinamismo del agua,
creando puentes sensibles
que me encaminen en tu curso…
Conserva mi espíritu su fortaleza,
su sentido intacto,
hambriento su impulso;
reservorio absoluto de suspiros y sueños;
el canto de la mariposa
revolotea los jardines de luz
que laten en mi silencio,
contando los pasos por ver crecer la flor
y ese azul que le embriaga de encanto los pétalos…
martes, 17 de noviembre de 2020
Índigo Salvaje
cuya resistencia sintetiza mi existir,
reafirma la fortaleza del impulso;
el arranque de inquirir
las dimensiones del alma…
Danzan mis dedos,
invocando la luz del otro lado,
repleta de quietud,
prendida al pináculo vespertino
que me brinda refugio…
A golpe de garganta promulgo
la apertura del tiempo entre paisajes redondos;
silencio en espiral,
dislocando la sombra
en su afán de abordar el infinito...
No puedo dejar de bendecir mis despojos
y hacerte saber que en santa absorción
ya te quedaste conmigo;
cada instante, palabra, gesto
ceñido a todo de lo que siento y percibo…
lunes, 16 de noviembre de 2020
Cristalina
una forma secreta y exacta
en que mi piel se relaciona con tu boca;
un silencio que aborda tus vibraciones
y se recrea,
hallando allí su lugar preferido;
soy impulso;
un relato del alma, queriendo acomodar
su trama insomne,
modulando un latido
en la frecuencia de la luz en que nos hallamos…
Un remolino de transparencias
haciéndote temblar por dentro;
esculpiendo en lo sensorial
su mágica presencia…
Me tienes contigo en tu lengua
y me pronuncias con total encanto;
me uno al movimiento que nos trenza el alma,
mientras nos desnudamos…
Disturbio
Sabe la noche;
el silencio,
del subversivo resplandor
incrustado en mi garganta;
la forma en que se agita mi alma,
mientras va empapando
los atuendos veloces que le perciben…
Su evanescencia procrea relámpagos
que clausuran las horas
e inhiben los sueños proscritos…
Y es que me crece en los dedos
el árbol del infinito
y el firmamento se quiebra,
cuando mi oscuridad alcanza sus latitudes…
A falta de piel,
mi geometría se descubre interminable,
balanceándose en tu boca;
hallando su ruta a través de tu sien,
hasta ahogarte en su atmósfera…
sábado, 14 de noviembre de 2020
Transversal II
a la que me acostumbraste,
interpreto la luz,
ceñida a su círculo transitorio
y encamino mi voz
hacia la ingrávida guarida
que ha de recoger mi aliento
y bautizar su piel resucitada,
aguardando la eclosión en las retinas
para ver llegar el nacimiento del agua…
Lenta pasa la noche
en estos instantes mortuorios;
encandilada todavía
por tanto silencio de carne…
Aún sus efluvios me condenan
a tu atmósfera insondable,
atravesada por la despedida
que aquella madrugada
rompió mis cristales…
Espinal
con la luz resucitada,
al lado invisible de tu tacto;
aniquilar la penumbra
con tan sólo el impulso
de una preñez almibarada
y abandonar los pasillos del sueño
que nos abrigó cuerpo y alma…
Corre por mis dedos ese silencio inmolado,
todavía untado por la noche que arrebató mis sentidos
y que se hizo conmigo,
trayéndote dentro,
colándose desnuda en mi frente y pecho…
Vehemente y espiral
el ancla que halló lo profundo,
sin desviar las cumbres del sueño,
fundó contigo, mi vuelo cardinal…
viernes, 13 de noviembre de 2020
De Vuelta
Traje mi acento
impregnado de tu idioma;
mi piel
bañada de ti;
todas nuestras horas lloviéndome en el alma;
golpeándome la memoria…
Mis pies calzados de geometrías en flor
aún transitan tu ciudad perdida
y las llaves sin puertas,
resuenan en mis bolsillos rotos…
Me lo traje todo
en el equipaje sangrante que soy…
Y hoy,
sin ya pertenecer a tu aire,
fatal influjo para mi corazón loco, perdido,
cerrando el mundo,
puedo desprenderme del último suspiro
y resucitar desde mi propia extinción
para luego desvanecer
en el perfume insomne de la noche…
Un escueto silabario me recoge
con un poco de llovizna en la garganta,
mientras un sol urbano
deslumbra el otro lado del océano
y un gato imaginario,
me ronronea en silencio…
miércoles, 11 de noviembre de 2020
Atisbos III
Como una marca en la arena,
auxiliando al suspiro,
a contracorriente de lo cierto;
de su trama efímera,
te percibe mi espíritu
en ausencia de tu cuerpo…
Se agota su pulso liviano
para luego ser devorado
por el filo del tiempo
y sus mareas despiadadas…
Puede negar el paso al instante;
sólo dejarme ir con las manos vacías,
desangrada,
pero no ahogará la porfía
de atesorarte en mis recuerdos…
Concuerdo con la magia
que nos hizo tan valientes
de sostener la luz entre los dedos,
mientras erigíamos nuestra eternidad imperiosa…
Y que nos guarde ese siempre
que pareciera incapaz
ante los disturbios de la sombra,
pero que, imperceptible,
se toma de mi alma
para amparar nuestra bendita historia…
martes, 10 de noviembre de 2020
Por un instante
espontánea,
como una manera de amparar
el hábitat de mi porfía;
me calcula,
mientras llueven en sepia
los instantes a tu lado
y convertida en aire me encuentra
la brújula del caos;
ondeando mi silencio;
desvistiéndole de su brillo…
Las galaxias atraviesan mis pupilas;
rastrean mi oscuridad
y, a pesar de comprobar su posición,
tañen el ingenuo amanecer del alma…
Por vez primera,
danzo con mi sombra;
la pirueta oscila
erecta,
angular,
formando una eterna amalgama
que convoca la euritmia…
Hago que el tiempo rompa su cristal
y vuelque su arena en mi orilla
dejándome empapar por la nada;
la esencial hierofanía…
lunes, 9 de noviembre de 2020
Suspiro Sangrante
desde el portal del insomnio,
mientras suena “bajo la piel”
y el torrente virtuoso de tu aura
cuelga una lágrima
en la garganta de la noche…
Me embriago al vencer la mirada
del álbum que nos cuenta concordes
y el óxido en mis letras
nos confina a la página en blanco…
Me lleva de la mano al punto de partida,
en donde vírgenes incendios
se aventuraron por toboganes de papel
y yo ávida por resplandecer,
desbordaba tu orilla…
Por aceptar la condición del alma
de verte desaparecer
en la ciudad de las cenizas,
es que difumino
en esta negra transición
y el desafío de cerrar el ciclo,
traga cada poema,
beso e instante
que nos cogió trenzados al infinito
y a una eternidad quimérica…
domingo, 8 de noviembre de 2020
Inmersa
sobre el huérfano rincón
que ve mi pulsión despojarse del alma…
Al desprenderse comprendo
que me infunde su mágica redención;
puedo sentirlo dentro de mi piel…
Se funde también
el pulso telúrico que puebla mi interior
y por la noble inclinación del silencio
me lanzo
y se rompe mi canto mudo
en la fricción que quita los nudos
y purifica los espacios,
alcanzándome la voz,
como raíz sinfónica de lo eterno…
Elixir de congruencias
de la que me hace merecedora la creación,
nombrándome en su testamento…
lunes, 2 de noviembre de 2020
Atisbos II
en el vapor de la niebla
que moja mis pestañas
y columpia en la distancia tu sonrisa…
Encandilada mi frente
por los torrentes migratorios del silencio,
me veo arrastrada a tu orilla
y me abro el pecho
y me dejo escapar
con todo lo que siento,
dejándote mi sabor anclado...
Vuelo lejos y contemplo
los instantes en que tu lengua se abría de luz
y su cuerpo enhebraba su torsión
para coserme a tu osadía…
Me anima el eco del sueño alcanzado;
su enseña tatuada en piel y alma;
el sacrificio que libró mis días,
escribiendo la historia imposible
en la realidad de nuestras páginas…
domingo, 1 de noviembre de 2020
Atisbos
de ver crecer la seducción de nuevo;
brotar dentro de su piel,
liberando el estallido sensorial
que aguarda la noche y su misterio…
Se vuelve breve acorde,
dejándose entrever
hasta vencer las palabras…
La luz sin domar,
en pleno impulso,
me confiere su deseo de frecuentar
el curso del silencio;
zambullirme en su zonas blancas
para sorprender los tambores
que me redoblan
entre música y bonanza…