jueves, 22 de octubre de 2020

Coronación

Cae la luz,
el sol,
la carne;
la pronunciación del aire
en la distancia
sólo me trae tu reflejo
que se inmiscuye, sin más,
entre mis páginas sedientas…

Eres germinación sideral
para los jardines de mi silencio;
flor de paz en la tormenta…

Este engendrar de brillos
me ha dejado la marca de tu fuego;
un hondo pasadizo
que me descubre siempre bella…

La poderosa llamarada compartida
lo impregna todo
y todo se despliega,
como estallido fotométrico…

Ayer es un libro de cometas
y en el alma la conquista
de la ciudad de los sueños…

Hoy,
después de sorprender al cielo
con sólo una percepción de ausencia,
te recorro,
tiemblo,
sucedo,
sigo fermentando el estado de luz,
habitando tu pensamiento…

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