Oscilar entre tu tacto y tu silencio,
me acredita el traspaso a los abismos
que concitan la pulsión incontrolable de la luz…
Florecen los relámpagos etéreos;
se enciende ese azul inabarcable
en mi respiro…
Y acudo al escenario que cobija
tanta potestad de esencias;
un gorjeo de élitros tornasolados,
que eleva su canto al infinito…
La dimensión soberana de tu verbo
se ondea sobre el asombro
y me descubro en el ojo del universo;
en el ángulo que agita
su mágico brillo…
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