Un incendio de sol a medianoche
iza el arco de la voz de los cometas
y el laberinto es deshojado por siluetas,
que en el valle se despiertan entre sones…
Fúlgidas alondras que decretan
el origen de las olas
y remueven de mi suelo las mariposas…
Los vendavales de arena
esculpen las doradas huellas
en el mar de tus cabellos…
Las sombras se arrodillan ante los sueños,
figuras acróbatas que acarician ahora
nuestros pechos…
Se ensanchan las pasarelas ante los lirios
andantes...
Gime el tambor radiante
su primogénito latido,
hasta alcanzar los temerarios caminos del bronce…
Tus melodías llegan como el canto del arroyo
en mis praderas florecidas…
Surca tu voz...tu dulce voz el cielo abierto de mi
alma…
Acuno tu aliento en la arboleda de mis dedos,
copas sedientas del verdor de tus ojos,
exhalando un idioma alterno…silencioso…
Será que acumula el ladrido de las rocas,
que ahora besadas por los tréboles
mudan sus capas en pétalos de rosas…
Enmarco el eco de tu saliva
en la humedad de mis veredas,
tapizadas de Poesía
dedicadas a Ti…mi dulce Estrella…
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