ni todos reconocen la velocidad del silencio
como tramo angular…
La claridad frecuenta la alforja del aire,
aunque llueva sobre la piedra esculpida;
resuena en la conciencia
su líquida espina,
arraigada al brote inmaculado del sol
y hasta los huesos exhalan supremacía
cuando coinciden…
Modula su paso en la memoria
y sostiene con fuerza
el cántaro de una herida azul…
La edad de los espejos sin sombra
vive atado al precipicio;
al paso de un trébol invisible,
mimando la oscura latitud que exhibe
la pureza interior
con el halo voluntarioso que reconoce
su virtud de pájaro y flor…
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