Desde el febril aguacero
que te invoca,
desángrase tu palabra,
herida de tanta luz
cuando hubo osado atravesar
el esqueleto del silencio…
No rehúye insistir,
coloreando, pretensiosa, el resultado
en la inevitable confrontación,
que se hace puente de naturalezas…
Vacío y tensión…
Fúlgido fonema…
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