Una constelación milagrosa
-vertiente de mil estrellas-
son sus bocas
haciendo surcos en el silencio
con nocturna huella…
Acude radiante el sendero
que proporciona la plegaria
a estas voces errantes
que se encuentran
y derraman
estelar poema,
matizado con polvo de diamante
de sus almas que se estrenan
en un universo de letras
que se expande…
Abren con sus dedos el pecho azul
la bóveda ancestral de todos los soles
para deja caer envuelto en tul
su galaxia de cristal, sus corazones…
No hay comentarios:
Publicar un comentario