Amenaza tu cuerpo caer
rendido a mi fulminante estocada…
Riego mi carne entrelazada
con la claridad de tu ser…
Me hago víctima de tu ayer,
diluida en tu audaz regazo…
Salpico mi nombre en tus brazos
y reclamo tu renacer…
Me deshojas el sol en los labios…
Tu silencio se vuelve fluido
de luz y verso batido
en besos acaramelados…
Volcada en tu pecho soy aurora;
ventana que gime una canción;
gozoso balcón que avizora
el retorno de su florida estación…
Me veo en tu sombra
me esculpen tus manos
de tu maestría soy obra,
y tú de mi alma eterno enamorado.
Me fijé en la dirección de tu blog, y aquí me encuentro entre tus maravillosas letras enamoradas, y este rincón tan precioso.
ResponderEliminarMucho gusto leerte Nancy.
Me encanta tu blog, es dulce y elegante.
Besitos cielo.
De un eterno olvidado que eternamente te quiere... y a diario matas...
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