Un segundo de tu boca
me sublima la mirada
y exaltada
con tu silencio mi frente;
mi alma con tu palabra,
rima celeste,
lengua versada…
Escudriño la paz
en tus estanques de agua,
astrolabio de mis alas…
En tu verde mar
recuesto mis estrellas
y luego sumerjo mi llave estelar,
arguyendo en tono creativo
un sendero sin huellas…
Esa claridad de tu noche
que me eleva,
descalza por tu respiro…
Imprimo en tu pecho mi latido
y ya me confieso
ser la piel de tu reflejo
y la luz de tu suspiro…
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