Te vi escapar…
Incendiar la nube que te traía en su vientre;
exhalar el azul de todos los océanos…
Extender un suspiro de algodón
para abrazar completa la creación de tus ojos,
descubierta en un instante de emoción…
Te vi decorar abejas con zumbidos encantados
y liberar la rosa de los vientos
en los jardines apartados,
matizándole ojos lunares
para que no extraviaran su paso…
Te vi
y me quemé en tu mirada,
mariposa de las horas extraviadas,
ésas que se quedaron dormidas
mientras los párpados
sembraban ayunos en las colinas…
Te veo ahora en la comarca de los cielos,
a lo lejos...
En la misma expresión de los sueños,
palpitante aleteo de besos amanecidos,
libando infinitos dorados
con la misma proporción de tu silencio…
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