Entras en mí
con ígnea pulsión
y explora tu punta fina
mi elíptico entramado…
Raudo inclinas tu tinta
para instaurar tu impronta
en mi horizonte embelesado...
Conmueves mis sentidos…
Provocas
una explosión cristalina
que mi boca saborea
y al cerrar los ojos
llenas mi noche de estrellas…
Tu hálito de luz encantada
-efluvio de trinos-
tiñe el pergamino de mis manos
que en renglón alborotado
pletórico de suspiros
deja caer el dibujo
de un ayer evaporado…
Apostados
en el crepúsculo del tiempo…
Los acordes de mi carne
en la majestad de tu cuerpo
reverberan armonías de silencios…
Y tu sangre,
agricultora de mis latidos,
desnuda la amapola danzante
sobre el trigal de su destino…
No cabe duda
eres tú, mi niño…
Mi dulce huerto en Saturno…
Mi infinito latifundio
para mi Luna de olivos…
Cántaro superlativo
en donde convoca el fuego mayor
hecho líquido,
bañándonos de Amor
por un eterno ciclo…
Plubia cordis, ardentissime cupere amôris
ResponderEliminarstupóris, dêsîderium, sempiternusa laetitia.
Diês, carpentum, accrêvî calôris.
Colôris, vita, venerâvî canôris.
Laetitia exspectâre, cupitum nostra.
Ostendi âlae, festînâvî blanditia.
Cropinquus, somnus, versus, littera.
Prôfêcî imus, creâvî blandus.
Bâsium dulcis, aqua pûrus.
Sânô anima, fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô metaphora,
suspirium natura, amâvî ferventis.
Distantia dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus, sôlus cordis.
Callis unus, sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas, contentum esse vêris.
Ignis, dêlectô noster appetîtus fôrmôsus.