Un disparo de longitudes zigzagueantes
me prende por dentro
con ambición devoradora;
el aire, arrebatado, se enrosca
y una eléctrica fascinación
me dibuja levitando…
Adoro que sea tu lengua
la que me siempre me señale
desde el más sensible ángulo del pensamiento
e impacte, pulverizando la sombra…
Telar de ángeles,
cuyo entramado difunde
la partitura multicolor que conquista los espacios;
atractivo sortilegio que esculpe en el alma
un paseo de pálpitos supremos
y me subleva el silencio…
Caigo en la virtud de tus aguas;
cumulo efervescente de policromías
en cuyos reflejos se desata
un orgasmo de luz y poesía…
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