Saneados los reflejos
tras la escalada de lo impuro,
procuro mis alturas esenciales
a los ojos del silencio
con la nitidez lúcida de una lengua suicida…
Me arrojo al acervo
de tus pupilas
y sus colores embravecidos
me siguen envolviendo
en términos totales…
Sutiles delineados adoptan tus dedos
en la líquida arquitectura que diseñas
con perfección implacable…
Enredan mis abismos oscuros,
extrayendo el rayo puro
de mi existencia…
Musicalizan mis suspiros,
mientras el suelo orgásmico
deja expuesta sin filtro
la seducción al grado máximo…
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