Te mueves,
acucioso,
tejiendo sabanas de silencio
con fondos estelares…
Arrollan tus dedos
las hojas del calendario
y cae sobre mi vientre
el inclemente relato de las horas…
Parpadean los impulsos,
mutando en vértigo encarnado
y aprisiona mis labios
la tenue luz del momento
que anticipa una fiebre de esporas…
Precipitan y chocan los destellos
en un brindis bordado
de fuego y lengua…
Dedos bengala ondean el arcoíris
sobre la desnudez completa
de mi sombra…
Blandida la estrella del norte
en una simbiótica procesión de antojos
se proclama la entrega…
Fracción atemporal
que cuerpo y alma nos sella…
No hay comentarios:
Publicar un comentario